La sociedad nos han vendido la idea de que mostrarnos vulnerables nos haces ser débiles, cuando en verdad quien es capaz de mostrarse vulnerable demuestra un gran coraje y valentía, pues levanta las manos y dice: “este soy yo”, comprendiendo que esta es la única forma en la cual podemos crear una relación verdaderamente intima.
Cuando nosotros nos mostramos vulnerables frente a nuestra pareja les damos la oportunidad de que conozcan quiénes somos realmente, como vemos la vida, cuáles son nuestros miedos, los retos a los cuales nos enfrentamos, los anhelos y motivaciones que nos mueven y las emociones que a veces acompañan nuestra vida constantemente.
Enseñar nuestra vulnerabilidad es un ejemplo de humildad y madurez, pues es aquí donde reconocemos que no somos seres perfectos y por lo tanto no esperamos perfección de la otra persona. Esto nos ayuda a generar un espacio de confianza y apertura que le permita a nuestra pareja igualmente quitarse la máscara que puede traer con ella y mostrarse tal y como es. Es sólo en este punto cuando una verdadera relación profunda, honesta y de aceptación incondicional puedes comenzar a echar raíces.