¿Cómo eliminar el sufrimiento de mi vida?

David Bejarano

octubre 15, 2021

El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es una decisión personal. Cuando entiendes esto, la sanación comienza.

Esta ha sido una de las enseñanzas más grandes que he encontrado en mi camino por la sabiduría budista. Entender que somos nosotros quienes extendemos un dolor mucho más tiempo de lo necesario, no sólo nos entrega la absoluta responsabilidad de lo que sentimos, sino que también puede ser la llave para liberarnos de él.

¿Por qué sufro?

Para poder eliminar el sufrimiento de nuestra vida primero que todo tenemos que entender qué es lo que nos está generando en este momento y como con nuestras acciones lo estamos reafirmando en nuestro día a día.  Porque lo creas o no, es tu enfoque y la interpretación que le estás dando a las experiencias en tu vida lo que está haciendo que la amargura, el dolor, la frustración y la tristeza se intensifiquen y se convierte en acompañantes casi permanentes en tu vida.

Acepta el cambio

Una de las principales razones por las cuales nosotros fuimos es que nos cuesta realmente entender que nada en esta vida es permanente. Las cosas cambian, las situaciones cambian, las personas cambian y lo que es hoy mañana puede que no sea. Esto es simplemente hace parte de nuestra experiencia de vida.

Cuando nos negamos al cambio y nos aferramos desesperadamente a lo que es en este instante, La vida se hace mucho más compleja y difícil de llevar, pues lo queramos o no, la vida sigue su rumbo y los cambios son inevitables.

Permítete disfrutar lo que es en este momento sin esperar que dure para siempre. Cuando eres capaz de hacer eso, tienes la oportunidad de disfrutarlo mucho más, pues valoras el simple hecho de que en este momento está aquí y que mañana tal vez se irá.

Suelta el control

Otra fuente de sufrimiento es nuestra necesidad de querer controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor. Queremos que las personas se comporten como nosotros esperamos que lo haga, que los resultados siempre sean como nosotros hemos decidido que tienen que ser, La situación o evento contra las expectativas que nosotros hemos puesto sobre ellos.

La verdad es que las expectativas simplemente traen decepciones, al sentir que estamos perdiendo el control sobre las cosas. En ese momento se despiertan sensaciones de impotencia, incapacidad y frustración, pues si las cosas no salen como nosotros esperamos, eso quiere decir que no lo estamos haciendo bien y que incluso estamos fracasando.

Sólo cuando comprendemos pero único que podemos controlar en esta vida son nuestras emociones, nuestros pensamientos, actitudes y acciones es que nos podemos liberar de una gran cantidad de presión que ponemos no sólo en nosotros mismos, sino en las personas que nos rodean.

Date la oportunidad de soltar el control que tal vez has puesto sobre cosas o personas en tu vida y enfócate en lo que tú puedes hacer por ti y por los demás cuando les permites a ellos tomar control sobre sus propias vidas y tú te encargas únicamente de la tuya.

Deja el pasado donde pertenece

Es interesante ver cómo las experiencias que hemos tenido en nuestro pasado pueden acompañarnos por muchos años de nuestra vida, ya que nosotros hacemos el mayor esfuerzo de mantenerlos vivos, como si esto nos ayudara a cambiar lo que ha sido por algo que hubiésemos querido mejor vivir.

No quiero decir con esto que ignoremos el pasado y las experiencias que hemos tenido en nuestra vida. Simplemente necesitamos reconocer que el pasado ya ha sido escrito y no puede ser modificado, por lo tanto, ¿por qué torturarnos pensando una y otra vez en cosas que no podemos cambiar?

Aquí se conectan los dos últimos puntos ya que estamos enfocados en aquello que no podemos controlar y nos negamos a aceptar que haya sido de la forma que fue y no como nosotros hubiésemos querido que fuese.

El mantener nuestro enfoque en el pasado, nos impide vivir realmente el presente y sencillamente mantiene vivo un dolor, que aunque haya sido muy real y haya afectado a nuestras vidas, no necesita tener un espacio en nuestro presente.

En el momento en el que dejes el pasado atrás podrás entregarte completamente al presente y a aquellas cosas que en verdad puedes influenciar para jamás volver a caer en un sufrimiento como el que sentiste en tú pasado. Recuerda que tus experiencias de vida están aquí para dejarte lecciones que te ayuden a tomar mejores decisiones en tu presente y así transformar los resultados en tu futuro.

Valora lo que tienes y quién eres

Uno de los deportes favoritos del ser humano y que trae la mayor cantidad de sufrimiento a su vida es la comparación.

Debido a esto que todo el tiempo estamos buscando hacer más, tener más, ganar más y “ser más” (aunque honestamente no tengo idea qué significa este último).

Miramos constantemente qué sucede alrededor de nosotros y basado en ello reconocemos que frecuentemente somos menos, que alguien es mejor que nosotros, que alguien tiene más que nosotros, que ha llegado más lejos que nosotros y por lo tanto nos sentimos decepcionados y les robamos valor a los logros que hemos obtenido y el tipo de persona que somos.

Se nos metió en la cabeza que la vida es una competencia con otras personas, sin entender realmente que la única competencia es con nuestro yo del día de ayer, valorando que la persona que fuimos ayer fue buena y que hoy puedo hacer de esa persona alguien mejor.

Mientras continúes valorándote en comparación con lo que hacen, tienen o son otras personas el sufrimiento será garantizado y es por eso que es importante hacer un alto en nuestra vida para identificar, valorar y agradecer por lo que tenemos y por quién somos, pues nuestra vida es única e invaluable si en verdad reconocemos lo maravillosa que puede llegar a ser.

Ahora que eres consciente que es tu responsabilidad la cantidad de sufrimiento que traes a tu vida, tienes la capacidad de dejarlo vivir contigo mucho más tiempo puede comenzar para eliminarlo de tu vida. ¿qué escoges?