Mucho se habla sobre este término, pero muy pocas personas saben realmente que significa. Para muchos la idea de tener inteligencia emocional es poder eliminar cualquier tipo de emoción “negativa” y tener siempre una perspectiva positiva y empoderada de lo que nos sucede, lo cual es completamente errado y lleva a las personas a sentir gran frustración al no poder controlar sus emociones a voluntad y continúan experimentando emociones conflictivas y retadoras.
La inteligencia emocional es nuestra capacidad de identificar, comprender y gestionar nuestras emociones y las emociones de otra persona sin juzgarlas.
Aunque parezca lo contrario, las emociones no son ni buenas, ni malas, ellas no son las causantes de nada, ellas son las mensajeras de información que a veces ignoramos. Ellas no son la causa de nuestros problemas, sino un síntoma de algo que requiere de nuestra atención.
Cada emoción cumple un propósito en nuestra vida. Desde la ira hasta la alegría todas ellas nos indican en que situación nos encontramos y como un evento nos está influenciando en este instante.
¿Cómo desarrollamos nuestra inteligencia emocional?
El primer paso es aprender a darle un nombre a las emociones que estamos sintiendo en un momento específico. Antes de actuar basados en una emoción, podemos dar un paso atrás y observar que está sucediendo en nosotros mismos y preguntarnos ¿qué estoy sintiendo en este momento?
Esta simple pregunta nos permite distanciarnos de las emociones y nos hace comprender que nosotros no somos nuestras emociones, por lo tanto, nosotros no necesitamos actuar inmediatamente basados en lo que estamos sintiendo en ese momento.
Solo cuando reconocemos y aceptamos el estado emocional en el que nos encontramos podemos decidir la mejor forma en la que vamos a responder a una situación, en vez de dejarnos dominar por la emoción y permitir que ella tome acciones y comportamientos de los cuales mas adelante nos podemos arrepentir.
Acepta tus emociones
El primer paso es aprender a darle un nombre a las emociones que estamos sintiendo en un momento específico. Antes de actuar basados en una emoción, podemos dar un paso atrás y observar que está sucediendo en nosotros mismos y preguntarnos ¿qué estoy sintiendo en este momento?
Si siento ira y actúo simplemente debido a lo que estoy sintiendo, no podré entender que la generó, por qué ha sido esta emoción y no otra la que ha aparecido y que puedo aprender de lo que me está sucediendo.
El negar nuestras emociones genera una resistencia inútil y contra productiva que nos impide gestionar lo que nos está sucediendo de tal manera que podamos obtener un resultado positivo o por lo menos evitar un posible resultado negativo.
Cuando llegamos al punto de aceptar nuestras emociones la verdadera transformación puede comenzar. A partir de aquí podemos gestionar nuestras acciones de una forma asertiva y madura, que nos ayude a maniobrar los retos que se presentan a lo largo del camino, sin dejar que estos nos abrumen constantemente.
Nadie te hace sentir nada
Aunque suene como algo imposible, nada ni nadie te puede hacer sentir nada que tu no quieras. Somos nosotros los que decidimos consciente, aunque más frecuentemente, inconscientemente como algo o alguien nos va a influenciar.
Si te sientes ofendido por algo que te dice tu pareja, esto no se debe a lo que la persona te ha dicho sino al hecho que dentro de ti crees que es verdad.
Si yo te dijera en este instante que tu eres una vaca verde ¿te sentirías aludido? Muy seguramente no, ¿verdad?, entonces ¿por qué te sientes aludido, ofendido o lastimado cuando alguien te dice que eres un estúpido? Eso es tan irreal como el hecho de que seas una vaca verde, pero si algo dentro de ti considera que eres un estúpido muy seguramente el comentario te ofenderá.
Cuando te haces consciente de que nadie te puede hacer sentir nada que tu no quieras obtienes prácticamente un superpoder. Adquieres la capacidad de soltar lo que el mundo diga o piense de ti y pierda todo tipo de efecto sobre tu vida.
Es un trabajo de toda la vida
Ten cuidado de creer que lo único que necesitas es ignorar al mundo para dejar de sentir cosas que no quieres, esto puede llevarte a la arrogancia.
El desarrollo de la inteligencia emocional es un proceso de toda la vida, pues el trabajo de aceptación y reconocimiento personal es algo que nos acompaña a todos los que buscamos ser una mejor versión de nosotros mismos. Este es un proceso que nunca para, pues la vida continúa, nuevos retos aparecen, conflictos se desarrollan y todo esto nos pondrá a prueba emocionalmente toda la vida.
Puede que parezca un proceso tedioso y bastante difícil y no te lo voy a negar, al comienzo puede serlo, ya que muy pocas veces nos hemos dado a la tarea de reconocernos mas allá de nuestras emociones y nos hemos hecho tan amigas de ellas que nos cuesta soltarlas.
Sin embargo, ¿de que forma crees que tu vida cambiaría si tus emociones no gobernaran tus acciones? ¿Qué resultados obtendrías si fueses amo de tus emociones, conocieras tu forma de sentir y tuvieses la capacidad de responder asertivamente a los retos que te pone la vida, en vez de simplemente reaccionar apasionadamente?
Responde esta preguntas honestamente y encontrarlas la motivación para comenzar a trabajar en tu inteligencia emocional. Recuerda que solo tu eres responsable de tu estado emocional y siempre tendrás la capacidad de transformarlo a tu favor.
PS. Y si quieres saber como puedes comenzar este proceso, te invito a que le des un vistazo a mi curso introductorio sobre inteligencia emocional. Es gratuito, así que no tienes nada que perder.