Respirar te está matando

David Bejarano

febrero 25, 2024

Tal cual como lo estás leyendo. La forma en como estás respirando está perjudicando tu vida y te puede llevar incluso a la muerte.

Pero… ¿Cómo es esto posible?

Aunque es un proceso que ocurre unas veinte mil veces al día y del cual depende nuestra vida, muy pocas veces le prestamos verdadera atención a este y dejamos que suceda sin nuestra supervisión. Es increíble que siendo el pilar de nuestra salud física, mental, e incluso, emocional, no hablemos casi nunca de esta y nos ocupemos de entenderla.

Una mala técnica de respiración no solo afecta la salud a corto plazo, sino que también puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades a lo largo del tiempo. Entre ellas se encuentran la apnea del sueño, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y trastornos pulmonares. La falta de oxígeno constante debilita el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más susceptible a enfermedades e infecciones.

Aunque pueda parecer exagerado, una mala técnica de respiración puede tener consecuencias potencialmente mortales. La hipoxia, una condición en la que los tejidos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno, puede provocar daño cerebral irreversible y, en casos extremos, llevar a la muerte. La falta constante de oxígeno debilita los órganos vitales y puede contribuir a la aparición de enfermedades crónicas que ponen en peligro la vida.

Teniendo todo esto en cuenta hablemos ahora de aquellos hábitos de respiración que pueden estar afectándote negativamente de tal forma que seas más consciente de tu respiración y comiences a generar un cambio positivo a largo plazo en tu vida.

¡Cierra la boca!

Uno de los peores hábitos que podemos tener es respirar con la boca abierta. Pregúntale a la gente a tu alrededor, ellos te dirán si tiendes a respirar a través de la boca o la nariz. Esto puede salvar tu vida.

La boca no está diseñada para ser el principal conducto de entrada del aire, y cuando se utiliza de esta manera, se compromete la filtración, humidificación y calentamiento natural del aire que realiza la nariz. Esto puede resultar en una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias, sequedad bucal y mal aliento. Y eso es solo el comienzo.
Respirar por la boca puede transformar nuestro aspecto facial. La cara se alarga, la nariz tiende a estrecharse, la quijada se retrae y todo esto puede generar un deterioro de la mordida y la posición de los dientes.
Esto mas allá de generar un cambio estético impide el buen funcionamiento de nuestros músculos, dientes y nuestra nariz, haciendo aun mas compleja la respiración de las personas.

No te quedes en la superficie

La respiración superficial es otra forma de mala técnica respiratoria que puede pasar desapercibida. Esta práctica implica tomar inhalaciones y exhalaciones rápidas y poco profundas, lo que lleva a una absorción insuficiente de oxígeno. Aunque puede parecer contradictorio, la respiración superficial puede generar una sensación de falta de aliento y agotamiento constante, ya que el cuerpo no recibe la cantidad adecuada de oxígeno para funcionar eficientemente.

Una mala técnica respiratoria, ya sea con la boca abierta o de forma superficial, puede igualmente desencadenar una respuesta de “lucha o huida” en el cuerpo, elevando los niveles de cortisol y contribuyendo al estrés crónico. La falta de oxígeno puede afectar la función cerebral, llevando a la fatiga, dificultad para concentrarse y un aumento general en la ansiedad.

Esto demuestra que este proceso tan subestimado influencia nuestro estado emocional y puede incluso empeorarlos ya que la mente sigue los impulsos físicos que le damos y puede asumir que, debido a nuestra forma de respirar, nos encontramos en una situación de crisis.

¿Cómo se que estoy respirando mal?

Revisa si tienes uno o mas de los siguientes síntomas

  1. Fatiga constante: La falta de una adecuada oxigenación debido a la mala respiración puede resultar en fatiga persistente, ya que el cuerpo no recibe la cantidad suficiente de oxígeno para mantenerse energizado.
  2. Dificultad para concentrarse: La falta de oxígeno también puede afectar la función cerebral, causando dificultades para concentrarse, recordar información o procesar pensamientos de manera clara.
  3. Mareos y sensación de aturdimiento: La hipoxia, o niveles bajos de oxígeno, puede dar lugar a mareos y una sensación general de aturdimiento.
  4. Dolores de cabeza recurrentes: La mala oxigenación puede contribuir a la aparición de dolores de cabeza, especialmente si la respiración es superficial y no se está obteniendo suficiente oxígeno.
  5. Problemas del sueño: La mala respiración, especialmente durante la noche, puede conducir a trastornos del sueño como la apnea obstructiva del sueño, resultando en un sueño interrumpido y poco reparador.
  6. Irritabilidad y cambios de humor: La falta de oxígeno puede afectar el equilibrio químico en el cerebro, contribuyendo a la irritabilidad y cambios de humor abruptos.
  7. Sensación de falta de aliento: La respiración superficial o con la boca abierta puede generar una sensación constante de falta de aliento, incluso durante actividades leves.
  8. Dolor en el pecho: La tensión en los músculos del pecho puede desarrollarse debido a una respiración ineficiente, lo que puede manifestarse como dolor o incomodidad en la región torácica.
  9. Problemas gastrointestinales: La mala técnica de respiración también puede afectar negativamente al sistema digestivo, contribuyendo a problemas como la acidez estomacal y la indigestión.
  10. Aumento de la frecuencia cardíaca: La falta de oxígeno puede activar el sistema nervioso simpático, elevando la frecuencia cardíaca y contribuyendo a un aumento general del estrés.

¿Qué puedo hacer si estoy respirando mal?

La buena noticia es que podemos mejorar nuestra técnica de respiración a través de la práctica de la respiración consciente. Este enfoque implica ser deliberados y conscientes de cómo inhalamos y exhalamos. Así que comienza por enfocarte en respirar únicamente por la nariz. La práctica regular de la respiración consciente no solo mejora la eficiencia de la oxigenación, sino que también calma el sistema nervioso, reduciendo los niveles de estrés y promoviendo una sensación general de bienestar.

Puede parecer tedioso estar prestando atención a nuestra respiración cuando hay tantas cosas mas que requieren de nuestra energía, enfoque y concentración. Sin embargo, ¿Qué es mas importante en esta vida que nuestra capacidad de poder respirar?

Recuerda que la forma en que respiramos tiene un impacto significativo en nuestra salud física y mental. Cultivar una conciencia de nuestra técnica respiratoria y practicar la respiración consciente puede marcar la diferencia en nuestra calidad de vida. Evitar la respiración con la boca abierta, optar por respiraciones más profundas y controladas, y buscar técnicas de relajación pueden ser pasos cruciales hacia una vida más saludable y equilibrada. Recuerda, la respiración es más que un acto automático: es una herramienta poderosa para el bienestar integral.

 

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Un espacio creado para aprender herramientas de meditación y respiración que nos ayuden a mejorar nuestra calidad de vida, salud e inteligencia emocional.