¿Tienes idea para dónde vas en este momento? ¿Comprendes las razones por las cuales vale la pena hacer las cosas que haces cada día? ¿Son estas actividades parte de algo mucho más grande qué van a llenar de plenitud y satisfacción tu vida?
Frecuentemente andamos por nuestra vida sin entender realmente cuál es el propósito de lo que estamos haciendo, a dónde queremos llegar y sobre todo, porque esto es importante para nosotros. Es como el dicho popular que dice: “El que no sabe para dónde va cualquier bus le sirve”.
Muchas personas consideran que crear una visión de vida es algo bastante difícil: “¿cómo carajos puedo yo crear una visión para mi vida si no tengo ni idea de lo que quiero hacer con mi vida?”
Creo que todos nosotros en algún momento de nuestra vida hemos pensado de esta manera y eso sencillamente se debe a que tenemos miedo de mirar más allá de lo que somos en este instante. Nos cuesta creer que nosotros tenemos la capacidad de crear algo más grande y mejor para nuestra vida y por esa misma razón terminamos incluso burlándonos de nuestros propios sueños antes de que alguien más lo haga por nosotros.
Otras personas puede que se escuden el hecho de creer que sólo aquellos que tienen “capacidades superiores” o “suficientes recursos” para hacer sus ideas realidad deberían ocuparse de crear una visión. Esto les permite a dichas personas liberarse rápidamente de la responsabilidad de crear una visión para su vida olvidando que, la visión se trata de darle propósito a nuestra vida y no satisfacer las expectativas de alguien más.
Cuesta crear metas
Todos nosotros podemos crear metas, sin embargo, si éstas no están conectadas con una visión para nuestra vida, cuando logramos alcanzar una de ellas, si es que en verdad la alcanzamos, nos dejan con una sensación de vacío, pues no sabemos qué vamos a hacer después de ellas. Puede que las celebremos y disfrutemos el momento pero después no sabemos cómo continuar.
Es como el perro que corre detrás de la llanta de un carro, si en algún momento llega a atrapar la llanta no sabe qué hacer con ella.
Cuando nos damos la oportunidad de crear una visión las metas cobran un sentido mucho más poderoso y profundo y estas cada vez que las logramos nos motivan aún más asequible avanzando, pues vemos cada vez más cerca nuestra visión.
Falta de motivación y resiliencia.
Cuando sabemos el propósito por el cual estamos haciendo ciertas actividades estas se hacen más sencillas de llevar incluso en momentos retadores. Tener claro el para que nos ayuda a superar la procrastinación y nos hace ser más resiliente en momentos de crisis a lo largo del camino.
Cuando no entendemos para qué estamos haciendo las cosas, es mucho más fácil perder el enfoque y las ganas de continuar. Además nos hace más susceptibles a cualquier tipo de dificultad que se presente y ya que no sabemos porque estamos haciendo, es más fácil para nosotros escapar que enfrentar.
No se percibe el progreso
Cuesta mucho medir qué tanto hemos avanzado en nuestra vida y lo mucho que hemos crecido si no tenemos ni idea en qué dirección nos estamos moviendo. Cuando tenemos una visión podemos ver como poco a poco nos vamos acercando a ella y que tanto nos hemos desarrollado a lo largo de este proceso, demostrando que nosotros sí tenemos la capacidad de ser mucho más.
No identificas tu verdadero potencial
Cuando no tenemos una visión de vida es difícil imaginar que podemos llegar a ser una mejor versión de nosotros mismos.
Alcanzar una visión exige crecimiento desarrollo y exploración de nuevas habilidades y capacidades que están dentro de nosotros pero que basados en la versión que somos el día de hoy no podemos reconocer. una visión exige que nosotros nos demos a la tarea de descubrir lo que tenemos dentro de nosotros mismos y explotarlo.
Vivir sin una visión limita nuestra esencia que nos impide descubrir quiénes somos en realidad.
No quiero que te vayas teniendo un cargo de conciencia y creyendo que tu vida en este momento no vale absolutamente nada porque no sepas en qué dirección te estás moviendo. Mi intención aquí es que simplemente te des cuenta que vale la pena tomarse el tiempo de pensar sobre lo que estamos haciendo en nuestra vida y como nosotros podemos comenzar a crear desde hoy una visión hacia una mejor versión de nosotros mismos, la cual nos permita vivir plena y satisfactoriamente.
Si, requiere de tiempo, pero cuando nos decidimos a que vamos a visualizar una mejor vida para nosotros el proceso de creación comienza.
¡Comparte este mensaje con los tuyos!